¿En qué consiste el pegging?

El pegging es una práctica sexual muy peculiar que erróneamente se piensa que solo la realizan los homosexuales… sin embargo hay muchas parejas heterosexuales que también la disfrutan.

Básicamente consiste en penetrar a un hombre. En el caso de que su pareja sea una mujer, esta podrá utilizar tanto consoladores como penes de látex con correa para que sea, en la práctica, como si le estuviera penetrando otro hombre.

Las razones para practicar el pegging van desde cambio de roles hasta simplemente probar nuevas experiencias. La penetración anal puede ser una práctica extremadamente placentera para muchos hombres. En esa parte se localiza la próstata que es una zona donde hay muchas terminaciones nerviosas que pueden ser estimuladas.

El principal problema del “pegging” es que muchos hombres al escuchar el término anal o similar directamente es algo que descartan completamente.  Solo aquellos que dejan atrás cualquier tipo de idea preconcebida y se lanzan al vacío son capaces de experimentar estas sensaciones tan excitantes.

Cuando un hombre se decide a probar este tipo de experiencias le gusta de inmediato y suele pedir a su pareja repetir en la gran mayoría de sus relaciones en el futuro.

Hay que tener en cuenta que esta práctica puede llegar a ser algo dolorosa en un principio por lo que la penetración debe de ir poco a poco para dar tiempo al ano a que vaya dilatando. De esta manera se irá acostumbrando y las siguientes veces puede llegar a ser, incluso, mucho más excitante todavía.

 

Pegging en mujeres

También se utiliza la práctica del pegging en mujeres lesbianas. En este caso también se suele utilizar un cinturón de látex y la penetración sigue siendo por detrás… aunque en este caso se hace mediante la vagina.

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